¿Una rana que parece sonreír, y duerme como un gato. Sí, existe. Flipante.

Se trata de la rana arborícola blanca, también conocida como Litoria caerulea (o como le diría mi primo, “esa rana chillona de ojos saltones”). Muchos la tienen como mascota. ¿Buena idea? Bueno… depende.

La llaman «rana de ojos blancos doméstica». Suena fino, ¿no? Pero no es sólo un nombre bonito. Es una criatura fascinante con piel cerosa, ojos prominentes —como si estuviera al borde de un comentario sarcástico— y un tamaño que puede alcanzar los 11 cm. Las hembras, como suele pasar, ganan en tamaño. Y en actitud.

Color, ojos y glamour

Esta rana va del verde esmeralda al azul (sí, como el mar después de una tormenta —el típico que huele a lluvia y nostalgia). Y su piel tiene un brillo medio aceitoso que, aunque parezca raro, la protege contra infecciones. Ah, y sus ojos parecen sonreír. No es broma.

¿De dónde viene este bicho?

Pertenece a la familia Pelodryadidae, originaria de lugares exóticos como Australia o Nueva Guinea. Allí, se la ve feliz entre ramas, humedad y alguna que otra grieta arbórea. En resumen, un Airbnb vegetal.

Y claro, adaptarla a casa no es tan complicado. Siempre que tengas espacio vertical (sí, vertical, no te líes) y ganas de vigilar temperaturas como si tuvieras un microclima propio.

¿Y cuánto vive la rana arborícola blanca?

Entre 15 y 20 años. Más que la mayoría de relaciones de pareja modernas, por cierto. Pero para eso necesita cuidados. Y no, no basta con decirle “buenas noches”.

Su hogar dulce hogar

Un terrario de unos 40 litros está bien para una. ¿Dos? Que se busquen 60+. Prioriza la altura. Les gusta trepar más que a un adolescente escapando del Wi-Fi familiar.

El suelo puede ser fibra de coco o musgo. O incluso papel toalla (aunque a veces se ve cutre). Decora con plantas, troncos, y sitios donde puedan esconderse. Porque sí, les gusta el drama, pero desde las sombras.

Clima rana-friendly

Temperatura diurna: 24 a 28 °C. Nocturna: 20-22 °C. ¿Calefacción? Tapete térmico o lámpara cerámica. Pero por favor, nada de calor directo, que no estás cocinando croquetas.

La humedad debe andar entre 50% y 70%. Rociado diario con agua sin cloro —como si regaras un helecho de lujo. Y ojo con la ventilación: sin eso, se forma una fiesta de hongos nada divertida. ¿Genial? Más bien… cuestionable.

Luz, pero no demasiada

Fotoperiodo de 12 horas luz/12 de oscuridad. ¿UVB? Opcional, pero recomendado. Ayuda al metabolismo del calcio. Y ya sabes: una rana arborícola blanca sin calcio es una rana tristona. Más o menos.

¿Y qué demonios come esta diva anfibia?

Bichos. Grillos, cucas, gusanos varios. Ocasionalmente, un pinkie —sí, un ratoncito recién nacido. Suena fatal, pero es como darle jamón ibérico.

Eso sí: calcio con D3 y multivitamínicos 1-2 veces por semana. Adultos comen cada 2-3 días; juveniles, a diario. Como los adolescentes con el snack nocturno, pero en versión saltarina.

Problemas de salud (porque no todo es Disney)

• Obesidad: sí, una rana arborícola blanca gordita. Demasiada comida, poca acción.
• Infecciones cutáneas: por humedad mal controlada o nula ventilación.
• Red leg syndrome: una pesadilla bacteriana. Suena como banda indie, pero no lo es.
• Indigestión: por presas XXL. No alimentes a tu rana como si fuera Godzilla, ¿vale?

¡Uf! A veces parece que cuidar una rana arborícola blanca es más complejo que montar una IKEA sin instrucciones. Esto me recuerda a cuando intenté montar una pecera invertida… bueno, da igual.

¿Son buenas mascotas para principiantes o niños?

Depende.

Ventajas:

• Tranquilas.
• No saltan como locas.
• Aceptan manipulación (con manos limpias y húmedas, eh).

Desventajas:

• No les mola el contacto constante.
• Pueden estresarse con facilidad.
• No son peluches, ni Alexa con patas.

Entonces, si eres adulto sin mucho tiempo libre o tienes peques bien supervisados, puede funcionar. Aunque si esperas que te salude por las mañanas… crash.

Resumen para los indecisos

PROS

• Longevidad top.
• Observación hipnótica.
• No huelen.
• Ocupan poco espacio.

CONTRAS

• No te encariñes demasiado: no es un gato.
• Alimentación viva (no apto para todos los estómagos).
• Necesitan un entorno específico.

¿Sabías que…?

• La rana arborícola blanca no muerde, pero puede lamer. Un poco como los bebés.
• En Australia, algunas viven en lavabos por la humedad. Literal.
• Secretan péptidos antimicrobianos (ciencia pura).
• Pueden entrar en un “sueño profundo” raro entre ranas.
• Se consideran de buena suerte. Como el trébol, pero pegajoso.

FAQ sin rodeos

¿Pueden convivir? Sí, si son del mismo tamaño y no se pelean por el baño.

¿Necesitan nadar? Nah, solo hidratarse.

¿Ruido nocturno? Algún croar suave. Nada tipo rave.

¿Veterinario especial? Mejor sí. Los generalistas a veces flipan.

¿Pueden vivir con otros animales? Nope. Ellas son de su espacio y punto.

En fin…

La Litoria caerulea o rana arborícola blanca es más que una rana exótica. Es una compañera silenciosa, simpática (a su modo), y muy fotogénica. Eso sí, exige cuidados y respeto. No es para todos, pero si te gustan los retos verdes y los anfibios con actitud, puede ser la mejor decisión acuática de tu vida.

¿Te animas? ¿O ya estás googleando “cómo montar un terrario con estilo”? Sea como sea… ¡cuéntanos si alguna vez tuviste una rana que sonriera más que tu cuñado en Navidad!